NOBLE Y HERMOSA

VILLA DE ESPINOSA

La villa de Espinosa de los Monteros está situada en las montañas de Castilla la Vieja, en la zona más septentrional de la provincia de Burgos, limitando con Cantabria. La fundación de la Villa se debe a los primitivos pobladores cántabros,  posiblemente los Vacceos, remontándose al año 800 a.C.. Recibió el nombre de "Velliga", "Vellica" o "Vegulia" (Victoria).

La conquista de los romanos encontró fuerte resistencia en el pueblo cántabro. El mismo emperador Octavio César Augusto tuvo que dirigir las operaciones en el norte de Hispania. Los romanos construyeron sobre las ruinas de Velliga una fortaleza amurallada, a la que denominaron "Barrutha" o "Barrustha" (lugar todo cercado).

Tras la invasión visigoda, los nuevos pobladores godos fueron creando, entre los años 600 y 700, pequeñas aldeas, a las que conjuntamente se las llamó "Val de Espina", y más adelante "Val de Espinosa", por los muchos espinos que había en la zona.

La llegada de los árabes a la Península, en el año 711, supuso el final del reinado visigodo. La conquista resultó dura en las montañas cántabras ya que Don Pelayo en el reino de Asturias los derrotaba constantemente.

En pleno periodo de reconquista, en tiempos del Conde Sancho García, en el año 1006, tuvo lugar el hecho de mayor trascendencia para esta villa, cuyo acontecer, mezcla de leyenda y hecho histórico, ha llegado hasta nuestros días:

"El Conde Don Sancho residía al principiar el siglo XI en la villa de San Esteban (Burgos), mientras que el Rey árabe Mahomad Almohodio tenía sus huestes en la Villa de Gormaz, frontera de aquella.
Entre Doña Aba, madre del Conde, y Mahomad se establece una simpatía y afecto que derivó en violentísima pasión. Como Don Sancho fuera un obstáculo para estos atrevidos amores, concertaron envenenar al Conde castellano.
Enterada una camarera de la Condesa Doña Aba, se lo contó a su esposo Sancho Espinosa Peláez, escudero y mayordomo del Conde, quien le comunicó a su señor el peligro que le amenazaba.
Prevenido Don Sancho, obligó a su madre a apurar el brebaje mortal que le ofrecía y quedó muerta en el acto como herida por un rayo. Mahomad, creyendo muerto al Conde, salió con sus huestes seguro de derrotar a los cristianos, pero el Conde les acometió por sorpresa antes de llegar a San Esteban.
Agradecido el Conde Don Sancho por el nobilísimo proceder de su escudero y mayordomo, a quien debía la vida y la integridad del Condado, entregó de allí en adelante la guarda de su persona a tan leal vasallo y a las personas de su misma sangre, creando así el Cuerpo de Monteros de Espinosa. Como dicho mayordomo era natural de la villa de Espinosa, instituyó para él, sus parientes y descendientes suyos, cinco oficios de Montero, dándoles el nombre de Monteros por haberse concertado y originado el hecho en un monte, y de Espinosa por ser todos naturales de esta villa (...)"

RUTA HERÁLDICA